Salir de la ciudad y hacer una escapada al campo, aunque sea por unos días, aunque se trate de unas pocas horas, es una manera de desconectar de la rutina y pasártelo bien. Lo puedes hacer, aunque vivas en Madrid y este verano no tengas vacaciones o tarden en llegar. Te comentamos algunas propuestas que nos han llegado.
Visitar la naturaleza es el mejor remedio para cargar las pilas. No es una frase hecha, es una realidad. El aire puro de la montaña, el agua fluyendo en arroyos y riachuelos y la exuberante vegetación tienen un efecto positivo sobre nuestro organismo y sobre nuestro estado de ánimo.
Nos cargan de aniones, iones de carga positiva que reactivan el cuerpo y la mente. Es un mecanismo que utiliza la naturaleza para asegurar el equilibrio. Justamente, la vida en la ciudad nos carga de iones positivos, cationes. La contaminación, el ruido, el calor que desprende el asfalto, nos agota, provocándonos una sensación de abatimiento.
La naturaleza es divertida. En ella puedes hacer actividades que no puedes practicar en la ciudad. Desde un tranquilo paseo por los caminos hasta deportes de aventura o de riesgo, como el barranquismo o el rafting.
Cambiar de ambiente es enriquecedor. Llena tu vida de nuevas experiencias. Si eso lo haces en un entorno diferente al que te sueles mover, amplía tu horizonte mental. Te hace apreciar lo que tienes. Lo malo y lo bueno.
Porque no nos vamos a volver mojigatos a estas alturas de la vida. La ciudad es agotadora, sí, pero nos proporciona unos niveles de comodidad, unos servicios y una libertad que nos resultaría difícil encontrarlas en el campo.
En este artículo vamos a centrarnos en Madrid. En la ciudad y en su provincia. Pero investigando, seguro que algunas de estas propuestas puedes practicarlas en tu lugar de residencia. Estos son algunos planes para hacer al aire libre en Madrid.
Campamentos familiares en la sierra.
Los gestores de Coadecu, una empresa madrileña que se dedican a organizar actividades para niños y para adultos durante todo el año, nos han sorprendido con la noticia de los campamentos familiares.
Se trata de campamentos, como los campamentos de verano para los niños, pero organizados para familias. Casas rurales, estas ubicadas en la sierra de Madrid, donde además se organizan actividades para los asistentes.
En ellas, las familias que están albergadas en ese momento, pueden practicar deportes como el tiro con arco, la tirolina, la escalada, paseos por la sierra, rutas de mountain bike… Todo ello acompañados por un monitor o por un guía que conoce la zona.
Es una manera de que la familia se integre en actividades grupales con otras familias de características similares. Los lazos familiares se fortalecen, ya que la familia hace cosas juntos, y al mismo tiempo, conocen gente y fomentan la vida social.
Por lo que hemos podido ver, las cabañas de algunos de estos campamentos son unifamiliares, mientras que otros funcionan como una especie de hotel rural con habitaciones independientes. La familia puede comer y desayunar por su cuenta o participar en comidas colectivas.
En la sierra de Madrid hay varios campamentos de este tipo, en términos municipales como El Escorial, Rascafría y Cercedilla.
Una manera diferente de disfrutar de la naturaleza en familia.
Hacer senderismo en Guadarrama.
La sierra de Guadarrama nos suena por la estación de esquí de Navacerrada. Sin embargo, como nos dice Vero Bonet en su blog de viajes Sin Mapa, esta sierra nos ofrece unas opciones estupendas para practicar el senderismo, sobre todo en primavera y verano, cuando la naturaleza se muestra en su máximo esplendor.
Caminar en verano por la sierra de Madrid es gratificante. Con una temperatura suave y agradable, escapas por un momento del bochorno que hace en la ciudad y huyes del mundanal ruido.
En la sierra de Guadarrama tienes varias rutas perfectamente señalizadas. Una de ellas es la del Cerro de Jarosa, en Manzanares del Real. Arranca del pueblo y tiene una trayectoria circular. Dura alrededor de 45 minutos y recorre 3,7 kilómetros. Aunque tiene secciones con cierta pendiente, la mayor parte del tiempo andas por caminos forestales casi planos que atraviesan los bosques que rodean el pueblo.
En Soto del Real y en Rascafría hay dos rutas de senderismo bastante curiosas. Se trata de los caminos que enlazan estos dos pueblos con las ermitas de sus patronas. En Soto del Real, la Virgen del Rosario, y en Rascafría la ermita de Santa Ana. La peregrinación que hacen los paisanos en romería está señalizada para que cualquier persona pueda recorrerlos en una ruta de senderismo, en cualquier época del año.
Una de las cosas más interesantes de estas rutas es que están a poco más de una hora en coche de Madrid, y que además hay trasporte público por autobús, creo que desde el intercambiador de Avenida América, para llegar a estos pueblos, por si no quieres coger el automóvil.
La playa de Madrid.
A las afueras de la ciudad de Parla, próximo al cauce del río Guadarrama, se encuentra lo que llaman los parleños la única playa de Madrid. Un complejo creado por el ayuntamiento de esta ciudad del sur de la comunidad donde hay tres piscinas de agua salada, una zona con arena, un chiringuito y una arboleda con merenderos.
El acceso a la playa no es gratuito, pero no sobrepasa los 13 € por persona. El complejo mide 4.000 metros cuadrados y dispone de un parking gratuito. Si bien no es la playa de Gandía, es un buen lugar donde pasar un domingo con la familia o con los amigos y darte un buen baño.
Si bien no son playas, en la Comunidad de Madrid tienes varias piscinas naturales, embalses y remansos de río preparados para el baño.
Una de las más famosas es la piscina natural de Riosequillo, ubicada en Buitrago del Lozoya. La que algunos han llamado siempre como la Playa de Madrid, porque en los años 80 tenía un arenal. Hoy todo lo que rodea la piscina natural está cubierto de césped. El agua aquí no es salada, sino dulce, y más bien fría.
Tienes piscinas naturales también en Cercedilla, las de las Berceas; embalses para poder bañarte en San Martín de Valdeiglesias y en Rascafría y el Pantano de San Juan, al norte de la provincia, el único pantano de la Comunidad de Madrid autorizado para el baño.
Ver una película en el autocine.
A las afueras de Madrid, en el distrito de Fuencarral, saliendo por La Castellana, se encuentra el autocine de Madrid. Es un espacio al aire libre, con una pantalla de 250 metros cuadrados y con un aparcamiento para 260 coches, desde donde puedes ver las películas que se proyectan a diario.
La web oficial Turismo de Madrid, gestionada por el ayuntamiento, informa que el autocine está abierto todo el año, si bien de octubre a junio cierra los lunes y los martes.
Los fines de semana de todo el año presentan un programa llamado Rita´s Brunch, donde ofrecen un plan de terraceo, ocio y música, complementario a la proyección de las películas. Un buen plan para pasar la tarde-noche del sábado.
En verano tienes la opción de ver la película sin necesidad de llevar el coche. Se trata de un patio de 100 tumbonas que se colocan en las primeras filas. Esto se hizo así, para que el autocine no fuera exclusivo para los conductores, ya que tres autobuses urbanos de la ciudad, el 66, el 124 y el 137, que te llevan hasta allí.
Los parques en verano.
Más accesible, si cabe, es visitar los parques de la capital. Donde en algunos de ellos en verano se programan actividades culturales.
Siguiendo con el tema del cine, tienes cines al aire libre en el Parque de la Bombilla, el antiguo vivero municipal de Madrid, muy cerca de la estación de Príncipe Pío y en el Centro Cultural Conde Duque de Olivares.
En el barrio de Chamberí se encuentra el Parque Santander, también conocido como el Parque Tercer Retiro, donde cada verano se celebran “Los Veranos en el Parque”, una programación de actividades que se extiende desde junio hasta septiembre y que incluyen funciones de circo, títeres, clases abiertas de yoga, representaciones de teatro y actuaciones del Ballet Español.
La música al aire libre es otro de los protagonistas de los veranos madrileños. De hecho tienes conciertos para todos los gustos. Desde música clásica hasta rock. Los conciertos de Candlelight son una serie de conciertos de cámara que se realizan a la luz de las velas en escenarios icónicos de la ciudad como el Círculo de Bellas Artes, el Ateneo de Madrid o el patio del Hotel Four Seasons. Músicos de orquestas sinfónicas interpretan en ellos piezas de Vivaldi, de Mozart u homenajes a los Beatles.
En otro estilo de música, hace un par de años presencié un concierto de Robe, el cantante de Extremoduro en una plazoleta interior del Parque Tierno Galván, cerca de la estación de Méndez Álvaro.
Como ves, quedarte en Madrid en verano no te impide disfrutar de interesantes actividades al aire libre.