El comercio exterior es una fuente fundamental para varios negocios, ya que les proporciona la ocasión de ampliar el círculo de clientes que tienen, desarrollar su habilidad de competencia y conseguir una mayor diversidad de productos y servicios. A pesar de ello, pese a la diversidad de provechos que tiene, este procedimiento no es gratuito. Uno de los disturbios más comunes que puede suceder es la incautación de productos en la aduana, esto puede generar demoras en la cadena de suministro, costos adicionales y hasta pérdidas monetarias si no se maneja con acierto.
Las razones que tienen los cargos para poder ser acumuladas son muchas y van desde equivocaciones en los documentos hasta controles aleatorios o dificultades en el pago de aranceles e impuestos. A pesar de la causa, es fundamental entender las posibles soluciones para encontrar la liberación de la presión en el menor tiempo posible y disminuir al máximo la influencia sobre los vínculos comerciales.
A continuación, estudiamos en particular las primordiales razones que ocasionan que un producto se adquiera en la aduana, los pasos que es necesario seguir para solucionar este inconveniente de manera exitosa y las estrategias fundamentales para evitar nuevos problemas. Tener información precisa y entendida del procedimiento en cuestión puede diferenciar entre una venta exitosa y un inconveniente de logística que impide la rendición de cuentas del mismo.
Identifica la causa de la retención
Antes de ejecutar alguna medida, es fundamental precisar la razón específica por la que el puesto de aduana ha retenido la mercancía. Hay varias razones fundamentales que es posible que ocasionen este inconveniente.
Uno de los motivos más comunes es la existencia de equivocaciones en el registro. La aduana verifica en detalle cada uno de los documentos para confirmar de que la información que se brinde concuerda con el peso real. Si hay incoherencias en el comprobante de venta, la lista de suministros o el conocimiento de embarque, es probable que el producto se demore hasta que se aclare la circunstancia.
Otro motivo clásico es el posicionamiento tarifario erróneo. Todos los productos cuentan con un número de aranceles específicos que definen las tasas y legislaciones vigentes. Si se utiliza un número erróneo, la aduana puede frenar la salida hasta que se realice la rectificación correcta.
Además, ciertos artículos requieren autorizaciones o licencias específicas para poder ser ingresados a la nación. Artículos como por ejemplo alimentos, productos farmacéuticos, químicos o electrónicos requieren de permisos específicos de las instituciones reguladoras. Si no se posee estos documentos, el peso se conservará hasta el momento en que se exhiban.
Por otro lado, si las aduanas piensan que el valor declarado de lo que se transporta es inferior al real, es posible que exijan más pruebas para comprobar la confiabilidad de los datos. Esta circunstancia es habitual en caso de que el valor proclamado sea significativamente distinto a productos parecidos.
También es posible que la mercadería esté seleccionada para un control médico o físico. Algunos artículos deben ser examinados antes de ser liberados, esto puede generar demora adicional.
Los especialistas de Agente de Aduana afirman que » una correcta gestión aduanera es fundamental para asegurar la efectividad en el comercio exterior, evitándose demoras y costos adicionales en las operaciones de importación y exportación».
Contacta con tu agente aduanal
Si tiene un intermediario de aduana, este será el más adecuado para solucionar el retraso en la entrega de la mercancía. Un representante con experiencia sabe cómo funciona el procedimiento de aduana y además es capaz de gestionar la liberación del producto más rápidamente.
El primer paso es pedir un diagnóstico detallado de la circunstancia. Es fundamental entender qué papeles o requisitos están causando el inconveniente para actuar de manera correcta. Un buen despachantes de aduana puede subsanar errores en los documentos, gestionar autorizaciones, exhibir pruebas de valor y llegar a un acuerdo con la aduana para acortar el procedimiento.
Si no tienes un representante de aduana, es importante que lo contrates de manera inmediata. Aunque es posible que genere un gasto extra, disponer de un profesional en estas circunstancias puede acortar tiempo y dinero, evitándose así las sanciones o demoras inútiles.
Corrige errores en la documentación
Si la recolección se debe a equivocaciones en los documentos, la resolución más inmediata es corregirlos y volver a presentar la documentación al censor. Los papeles que acostumbran a tener dificultades son la cuenta mercantil, el listado de suministros, el certificado de procedencia y el billete de viaje.
Es importante asegurarse de que las cifras sean correctas y concuerdan en cada uno de los documentos. Cualquier diferencia, aunque sea pequeña, puede ser motivo de demora. Si la Clasificación Arancelaria es la dificultad, conéctate con un experto para cerciorarte de que la codificación utilizada sea la correcta.
En ciertas ocasiones, la aduana puede pedir que se pague una penalidad por errores en los documentos. En caso de que esto ocurra, es aconsejable hacer el pago cuanto antes para de esta forma evitar mayores demoras.
Gestiona permisos y licencias lo antes posible
En caso de que la mercadería se encuentre secuestrada a causa de que no cuentan con las autorizaciones o licencias, es necesario iniciar el procedimiento de manera inmediata. En función del producto y del país, el procedimiento puede acrecentarse desde unos días hasta varias semanas.
Algunos permisos tienen la posibilidad de ser gestionados a través de internet y obtenerse con rapidez, en cambio, otros requieren verificaciones o acreditaciones preliminares. Si el pesaje es importante, indaga en la aduana si es posible liberando parte de la mercadería en el momento en que se hayan completado los procedimientos.
En varias ocasiones, las compañías no saben que ciertos artículos requieren permisos adicionales hasta el momento en que la mercadería está detenida. Para eludir esto, es aconsejable informar anteriormente las necesidades de importación y asegurarse de tener todos los permisos antes de enviar.
Presenta una garantía para liberar la mercancía
Si el puesto de aduana cree que la validez del declarante es errónea o necesita más tiempo para corroborar la legitimación, existe la posibilidad de presentar un aval para acortar la espera de liberación.
Los respaldos más frecuentes en estos casos son el dinero en efectivo, el certificado de crédito y el seguro de incautación. Estas protecciones posibilitan que la mercadería sea liberada inmediatamente en el momento en que la aduana finaliza la totalidad de su control.
El pago en efectivo se trata de dejar una cuenta por un monto de dinero como aval, y la cuenta será devuelta una vez que se haya corroborado la validez del valor declarado. La cuenta de crédito es un certificado que otorga un banco que asegura el pago de la totalidad de las diferencias en aranceles si el comprobante de pago muestra que el valor real es más grande que el declarado. Finalmente, la cobertura de fianza es un producto que ofrece un seguro y que contempla la posibilidad de una sanción o remuneración extra que tiene que hacerse.
Negocia con la aduana
Si el producto sigue capturado y las soluciones preliminares no han dado resultado, intente la negociación directa con el organismo de aduana.
En ciertas ocasiones, es posible pedir una cita con los responsables para explicar la circunstancia y entregar documentación adicional. Si el producto es deteriorable o de gran valor, es posible pedir una verificación inmediata para eludir los daños económicos.
Además se puede pedir un trato especial si se trata de un vendedor habitual con una buena historia deudora en el ámbito aduanero. Muchas aduanas locales tienen programas dedicados a facilitar el procesamiento de mercancías para empresas que siguen todas las regulaciones.
Evita futuros problemas con estas recomendaciones
Para evitar que tus compras sean demoradas al futuro, es fundamental ejecutar una serie de prácticas adecuadas.
Siempre revisa la documentación antes de la salida para estar seguro de que no hayan errores o incoherencias. Póngase en contacto con un profesional de la aduana que sea confiable y que pueda orientarle a lo largo de la totalidad del procedimiento de importación y de exportación. Sé consciente de los altercados en las reglas de aduana de la nación de destino, ya que las reglas pueden alterarse en el curso del tiempo.
Establece la verdadera valía de los productos para eludir las inspecciones y las penalidades. Además, asegúrate de tener todos los permisos y licencias necesarios previo a enviar la carga, en especial si estás trabajando con productos que están sujetos a legislaciones particulares.
Las esperas en las aduanas pueden ser una complicación seria para cualquier compañía, sin embargo con la maniobra adecuada, es posible diseñar la mercadería de manera ágil y eficaz.
Encontrar la razón por la cual se retiene, ponerse en contacto con un especialista, rectificar los errores de documentos, gestionar las autorizaciones y exhibir las garantías son pasos fundamentales para acortar el procedimiento. En ciertas ocasiones, la conversación directa con la aduana puede ser la opción más correcta.
Lo más fundamental es ejecutar las acciones con rapidez y poseer un plan de acción que esté bien organizado de modo que no se generen demoras que sean innecesarias. Con una preparación adecuada y la subsecuente observancia de todas las normas, se puede reducir el peligro de que se retire en el futuro y también garantizar una travesía comercial sin contratiempos.