Las profesiones que se hicieron esenciales durante la pandemia y que ahora no podemos dar la espalda

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“De esta saldremos todos más fuertes”. Bueno, hemos salido un poco regulinchi. ¿Verdad? Ya no nos acordamos de las 20.00 horas. Ya nos acordamos de la pandemia provocada por el covid-19. A esa hora España paraba su reloj. Durante varias semanas salíamos a aplaudir a los sanitarios. Algo que nunca entendí, aunque más tarde se iban extendiendo a otros profesionales. Porque al principio eso del confinamiento sonaba a risa. Nos hacía mucha gracia lo de estar encerrados durante días en casa sin poder salir. Incluso alguno aplaudía porque no tenía que ir a trabajar. Está claro que necios hay en todos los lados.

Ahora bien, los que vivimos la pandemia en primera persona, y sobre todo, estuvimos ingresados, sabemos lo que supuso para el mundo esta maldita pandemia. Por eso, no permito ni una sola broma con este tema. Sé que muchas familias se han roto por culpa de este virus. Familias donde murieron los padres, los abuelos…donde ni siquiera pudieron despedirse de ellos. ¿Hay algo más cruel? Fueron unos meses de zozobra, de miedo, de tensión…y ahora, cuatro años después parece que todo se ha olvidado. Gente encerrada, padres dando clase a sus hijos, vecinos que ayudaban a sus vecinos. Fueron cientos los gestos de solidaridad. Pero.., como todo en la vida se acaba olvidando. Y ahora ya nadie reconoce a esos profesionales que durante la pandemia estuvieron en la primera línea. Pues bien, yo quiero hacerles un reconocimiento. Algo así no puede caer en el olvido.

Sanitarios

Como os recuerdo, durante la pandemia provocada por el covid, algunas profesiones fueron consideradas esenciales para mantener el funcionamiento de la sociedad. Los que me vienen a la memoria son, en primer lugar, los trabajadores de la salud. Ellos sufrieron mucho el desgaste de unos días intensos, haciendo turnos interminables, pero con muchos otros problemas. El principal, aunque en ese momento nadie lo veía, es que ellos también se podían contagiar. Por ellos también tenían una familia, tenían que volver a sus casas. En este momento siempre me acuerdo de mi cuñado Alberto, un médico de León que desde aquellos meses ya no es el mismo. Se comió toda la pandemia y el carácter le cambió. Fueron días muy tensos y que en su caso no ha olvidado. Lo mismo ocurre con enfermeras, con técnicos de ambulancia, con auxiliares, con tantos y tantos profesionales que se jugaron la vida. Pero además, que tuvieron que ver con sus ojos como morían muchas personas. ¡madre mía!

No nos podemos olvidar de los empleados de supermercados, los repartidores, entre otros, se convirtieron en héroes al arriesgar sus vidas para garantizar que la población tuviera acceso a bienes y servicios esenciales. Y es que, aunque al principio parecía cómico el ir a comprar como si fuéramos un astronauta de la Nasa, al final eso también supuso un desgaste. Recuerdo que había que limpiarlo todo con la mayor pulcritud,  e incluso tuvieron que padecer la batalla de los rollos de papel. Una situación que se convirtió en locura.

Y en esta cadena también tienen mucha importancia los ganaderos y agricultores. Y es que de nada sirve tener supermercados y tiendas de alimentación si luego no hay comida para llevara sus mostradores. Y de esto se encargaron los ganadores y agricultores. Profesionales que como en la empresa La Carrascosa, una explotación ganadera de cerdos, estuvieron siempre al pie del cañón. Ellos mismos reconocen que fueron días de dudas, de incertidumbre, pero sabiendo que su labor estaba sirviendo para poder hacer algo por las personas.

Fuerzas del orden

No nos podemos olvidar tampoco de los agentes del orden. Me refiero a policías nacionales, locales y guardias civiles. Ya no eran esas personas que estaban para poner multas. Se convirtieron en nuestras manos, en nuestros ojos en muchos casos. Se encargaron de limpiar las calles, de preocuparse por cómo estaban los enfermos.

Sin embargo, con el avance de la vacunación y la disminución de los casos de COVID-19, muchas de estas profesiones han dejado de ser consideradas esenciales. Esto ha causado cierta incertidumbre y preocupación entre aquellos que desempeñaban estas labores, que ahora se sienten abandonados.

Los motivos de esta situación son diversos. Por un lado, la disminución de la demanda de ciertos servicios ha llevado a que empresas y negocios reduzcan su personal o cambien su enfoque, lo que ha impactado directamente en la necesidad de ciertas profesiones. Por otro lado, la implementación de medidas de seguridad y prevención ha permitido que algunas actividades se retomen con normalidad, lo que ha disminuido la relevancia de ciertas labores.

Es importante reconocer la importancia de estas profesiones durante la pandemia y reflexionar sobre la necesidad de valorar el trabajo de quienes día a día se esfuerzan por mantener en funcionamiento la sociedad. Yo lo hago todos los días, ¿y tú?

 

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