Las semillas, el primer paso para tener una producción de excelente calidad

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Muchos de nosotros vemos los árboles ya crecidos, pero pocos sabemos si esos árboles se han plantado ya siendo mayores o si por la contra han salido de una semilla. En muchos casos, sobre todo los que están en los montes, estos han ido creciendo desde pequeños con el paso de los años, mientras que los que están en nuestras fincas, en algunos casos han sido plantados.

Sea cual fuera el caso de cada árbol, la realidad es que las semillas han ido cambiando mucho con el paso del tiempo y en la actualidad nos podemos encontrar en Viveros La Herriza con distintas variedades que se adaptan a cada una de nuestras necesidades y a cada una de las plantas del mundo.

Así, lo cierto es que hay una gran variedad de plantas en el mundo, y también, muchos tipos de semillas y es que estas son la última gran obra de la evolución de los seres vegetales, ya que en unas estructuras de reducido tamaño se concentra toda la información genética que hará que, si germinan, se conviertan en árboles, arbustos, palmeras, hierbas, cactus, crasas… Eso, si alguien no se las come antes claro y es que no solo las aves van a por las semillas, ya que hay unas cuantas que son comestibles, como las pipas de girasol, el arroz o las lentejas, entre otras. Así, acercarse a este mundo es de lo más interesante, dado que te permitirá tener una idea más clara de cuántos tipos de semillas hay, y qué plantas las producen.

Así que ahora que ya las conocemos un poco más, entremos en materia y preguntémonos ¿qué tipos de semillas existen? Lo cierto es que hay muchos tipos de semillas en el mundo porque las semillas son una parte esencial de las plantas; no en vano, en ellas está depositado el material genético de una posible nueva generación. Pero también son importantes para la agricultura y la horticultura, ya que al ser mucho más económicas que una planta grande, es posible conseguir muchas unidades las cuales, si son viables, germinarán. De esta manera, podremos tener un mayor número de plantas a un bajo coste. Por ello, centrándonos en los distintos tipos de semillas, debemos de saber que estos se clasifican en ocho grupos: las semillas baby, criollas, comestibles, de flores, de frutas, de hortalizas, híbridas y mejoradas.

  • Semillas baby. Es posible que su nombre ya te diga qué son exactamente, pero si tienes dudas decirte que son un tipo de semilla que ha sido tratada para que, una vez germine, la planta se mantenga con un tamaño reducido. Además, se consigue que las semillas sean ideales para su consumo, pues son fáciles de masticar al ser tiernas y dulces, y tienen el mismo valor nutricional que las que son puras, o incluso pueden superarlo.
  • Semillas criollas. Son aquellas autóctonas, que no han sido modificadas genéticamente, o al menos no de manera artificial. Esto significa que son aquellas que las plantas han producido de forma natural, tras la polinización de sus flores, y que luego se han recolectado. Estas son de la misma especie pura; es decir, no son cruces híbridos. Por ejemplo, si se cruza una amapola (Papaver rhoeas) con otra, sus semillas serán puras.
  • Semillas comestibles. Como su nombre indica, son las que son aptas para consumo y, por lo tanto, las que se cultivan para ese fin. Antes mencionamos a las pipas de girasol, el arroz o las lentejas, pero hay muchísimas semillas comestibles: pistachos, nueces, maíz, avena, sésamo, calabaza, chía… Si bien es cierto que algunas pueden causar algún tipo de reacción alérgica, como el trigo o el maíz, a las personas sensibles, en general hablamos de semillas que, si se consumen de vez en cuando, contribuyen a mejorar nuestra dieta y salud. Muchas son muy ricas en proteínas, vitaminas como la B o la E, y en algunos minerales como el calcio.
  • Semillas de flores. Hay muchos tipos de semillas de flores: algunas son tan pequeñas y ligeras que el viento las transporta con facilidad, como las del diente de león; hay otras que son más grandes, como las de los rosales, y que por consiguiente dependen más de animales o, a veces, del agua para poder alejarse de la planta madre.
  • Semillas de frutas. Al igual que las de flores, sus características varían mucho: las del cerezo son de color marrón, redondeadas y miden aproximadamente un centímetro de diámetro; las de la higuera son negruzcas, alargadas y con un tamaño de menos de 0,5 centímetros.
  • Semillas de hortalizas. Las hortalizas son aquellas plantas que se cultivan para consumirlas. Estas incluyen legumbres y verduras, como por ejemplo lechuga, apio, pimiento, zanahoria, etc. Todas ellas necesitan una humedad constante para poder germinar, y a menudo también calor por lo que la época de siembra suele ser la primavera.
  • Semillas mejoradas. Este tipo de semillas son las que han sido obtenidas gracias a una serie de técnicas y/o procesos llevados a cabo por el ser humano, y siempre en un entorno controlado. Tienen varias ventajas, ya que de ellas brotarán plantas mejor adaptadas al medio, y más resistentes a las plagas y a las enfermedades.

Las semillas híbridas, una variante cada vez más habitual en nuestras casas

Las semillas híbridas son aquellas que proceden de cruces de dos especies o variedades puras distintas. Por ejemplo, las semillas obtenidas del cruce de las palmeras Washingtonia robusta y Washingtonia filifera son híbridas, dando lugar a la Washingtonia filibusta. Estas plantas tienen características de ambos padres, pero a menudo tienen alguna o varias características mejoradas. Así, dentro de ellas se distinguen dos tipos:

  • Los híbridos de crecimiento libre, que son los que después de florecer continúan creciendo.
  • Los híbridos de crecimiento determinado, que son los que, a partir de la floración, pueden crecer a un ritmo más lento o incluso dejar de hacerlo.

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